¿No tienes claro si apostar por una cubierta plana o una inclinada? En Grupo Edén, empresa de construcción en Nigrán, te ayudamos a tomar la mejor decisión con este artículo en el que analizamos pros y contras de ambas alternativas.
Cubiertas inclinadas: la opción tradicional y segura
Las cubiertas inclinadas son la imagen que todos tenemos en mente cuando pensamos en una casa. Son una solución probada y popular por varias razones:
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Drenaje eficiente. Su principal ventaja es el excelente drenaje del agua de lluvia. La pendiente natural facilita que el agua se deslice rápidamente, reduciendo el riesgo de filtraciones y humedades, algo especialmente útil en el clima lluvioso de Galicia.
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Durabilidad y mantenimiento. Son estructuras muy robustas y, con los materiales adecuados (tejas, pizarra), ofrecen una gran resistencia al viento y a las inclemencias del tiempo. El mantenimiento suele ser sencillo y menos frecuente.
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Aislamiento. La cámara de aire que se crea entre el techo y la cubierta actúa como un aislante natural, mejorando la eficiencia térmica de la vivienda y ayudando a reducir los costes de calefacción y refrigeración.
Sin embargo, también tienen sus desventajas:
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Coste de construcción. Su diseño estructural es más complejo, lo que suele suponer más gasto en mano de obra y materiales.
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Espacio no aprovechable. El espacio bajo la cubierta no siempre es habitable, a menos que se diseñe como un desván o buhardilla.
Cubiertas planas: modernidad y espacio útil
Las cubiertas planas han ganado fama los últimos años gracias a su estética moderna y minimalista. Pero sus beneficios van mucho más allá del diseño:
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Aprovechamiento del espacio. Permiten crear espacios adicionales muy valiosos, como jardines en la azotea, terrazas o zonas de recreo. Es la solución ideal para ganar metros cuadrados al aire libre en un entorno urbano.
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Menor coste inicial. Su construcción es generalmente más sencilla y rápida, lo que puede reducir significativamente los costes de mano de obra y materiales.
Los puntos negativos de las cubiertas planas son:
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Riesgo de filtraciones. La falta de pendiente las hace más vulnerables al estancamiento del agua si no se instala un sistema de drenaje adecuado. El mantenimiento debe ser más riguroso para asegurar la estanqueidad.
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Mayor mantenimiento. Requieren revisiones periódicas para limpiar los desagües y comprobar el estado de la impermeabilización.
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